Crónica Triatlón Olímpico Cambrils
Tengo tres objetivos.
1º Triatlón Olímpico: Cumplido
2º Half Ironman: 14 septiembre
3º Ironman: 2015
Crónica:
El día anterior había ido junto a Sara a Cambrils
para poder instalarnos y no tener que pegarnos el madrugón de nuestra vida, ya
que a las 6:15 teníamos que estar dejando las bicicletas en Boxes.
Igualmente me despierto a las 5:00 para ducharme y
desayunar. A las 6 y 20 estamos yendo a la playa a prepararlo todo.
La verdad es que durante todo el día anterior había
estado muy tranquilo, incluso me estaba dando pereza tener que hacer ejercicio
al día siguiente.
Después de dormir muy bien, me despierto ya
nervioso, consciente de lo que me esperaba. Nunca antes había hecho un triatlón
y la gente me recomendaba haber empezado por un sprint, pero pienso que las
distancias en un sprint son demasiado cortas como para que te dé tiempo de
disfrutar de cada modalidad (cuestión de gustos supongo).
Total que me pongo el neopreno y me lanzo al mar a
calentar, o a mojarme al menos, porque nunca he sabido calentar bien. Vuelvo a
salir de la playa y dan el pistoletazo de salida. Me pongo detrás porque me da
miedo que me inflen a palos como había leído, y a parte, no estoy seguro de ser
buen nadador y no me apetece ser un lastre para los que van más deprisa.
Una vez en el agua se me van todas las tonterías.
Doy 4 o 5 brazadas y despierto por completo. Me
siento una bestia, y me siento bien. Es entonces cuando ya no creo en las
reservas, he venido aquí a disfrutar y voy a nadar bien. Empiezo a coger ritmo
y a sentirme muy cómodo, tengo que ir esquivando a nadadores y adelantando a
gente.
Salgo del mar al dar la primera vuelta y me lanzo
de nuevo queriendo más, suerte que era 1,5km porque la mitad me hubiese sabido
a muy muy poco!
Salgo feliz, contento con mi tiempo y con las
buenas sensaciones que he tenido, no he tenido flato y las gafas nuevas van de
maravilla.
Lamento no haber dejado una toalla para secarme en
la T1, algo que he aprendido. Llego con calma, sin prisas, me quito el neopreno
por el camino y al llegar actúo como he visto en tantos videos. Me pongo
primero el casco y luego las bambas de ciclismo (no conozco muy bien las normas
y no quiero que me penalicen).
Me estoy meando y no hay lavabos en toda la
carrera, solo 3 en la zona de los espectadores. Pienso que ya lo haré en la
carretera mientras voy en bici. Cojo la bici y al montarme es como volver a
nacer, no me encuentro cansado así que salgo a fuego. Son 40km sin mucho
desnivel y estoy acostumbrado a hacer más de 100 así que no me preocupa.
Disfruto de la bicicleta, voy con un grupo de gente
simpática y nos lo pasamos bien. Lamento no encontrar avituallamiento en los 40
km ni de agua, ya que solo tengo un bidón.
Acabo la bicicleta y me pongo las bambas de correr.
Entonces de repente pasan una cosa buena y una mala. La buena es que no me
duele la periostitis que me venía acusando (iba con la idea de andar los 10km
si hacía falta) y la mala es que no consigo coger un ritmo acelerado, por lo
que corro despacio y me adelantan muchísimos corredores.
No me importa, estoy corriendo!! Y es lo último ya!
Me cuesta bastante pero a medida que avanzo voy sintiéndome mejor y cuando ya
quedan 2 o 3 km empiezo a acelerar.
Paso por la meta y me siendo en paz conmigo mismo, como
si hubiese cumplido con lo que me prometí.
Tengo que dar las gracias a mi Sarita, por haber
estado ahí, en cada lugar por el que pasaba, por los ánimos y por las fotos.
Este Triatlón es más tuyo que mío.
En vez de sentirme cansado, me siento realmente
descansado por haber llegado.
Ahora solo queda fijar la vista en septiembre, en
el Half de Sailfish Berga, donde tendré que hacer el doble de lo que he hecho
hoy.
3 escalones al cielo tiene esta historia. Acabo de
subir uno. Mequedan dos, sin embargo, cada vez son más altos.